El fúlbo´ amater

Postulo que el (deporte) amateur es la representación sana y libre del (deporte) profesional. Que la profesionalización es, en general, el congelamiento de la creatividad, del abrirse camino; siendo el sendero cercado que nos permitirá acomodar esta actividad en la red de relaciones capitalistas, vender nuestra fuerza de trabajo como mercancía para ser contratado y participar en competencias deportivas detrás o bajo una institución o empresa. Aquí el flujo de relaciones del poder-hacer (LIBRE en el deporte), queda trastocado por la relación patrón-empleado del contrato establecido.
La exigencia por el resultado (propia de quien persigue la eficiencia de un emprendimiento en el cual ha invertido) en simetría con la sumisión de quien pende de un contrato y no quiere perder su trabajo concluyen en una relación deforme de poder y sometimiento, con gran trasfondo de intereses que muta -como decía- la disposición competitiva sana del deportista en competitiva violenta.

10 de abril de 2008

4-3 VS El Ombú ("No te olvidés, lo que pasó la última vez")

Con un gol de Demasi en el último minuto el Verde Cambalache consiguió la VICTORIA ante El Ombú y estiró así su buena racha en los amistosos previos al torneo.

Ya lo decía Borges, "toda lectura modifica su objeto [...], una literatura difiere de otra menos por el texto que por la forma en que se lee" y aquí coincidimos con él. Del partido del último fin de semana, que enfrentó por tercera vez en la historia al Verde con El Ombú (tres de tres para los mejicanos), varias lecturas podrían hacerse:

_Que se ganó, cumpliendo el objetivo, y no importa nada más.
_Que el Verde ganó de pedo en el último minuto con un gol en presunta posición adelantada.
_Que el golero Seligmann, quien atajó para El Ombú ante el escaso número de rivales (segunda vez que pasa..¡PILAS OMBÚ!), fue la figura del partido y los verdes merecieron ganar por mayor diferencia.

En mi forma de leer el match, ninguna de estas tres excluye a las demás. En conclusión, nos quedamos con un poco de cada una para dar paso a la crónica del partido propiamente dicho.
La formación del Verde: Ciocca; Espósito, Pereira, Lucangioli y Rovegno; Sáez, G.Azcona, M.Castro y G.Zavala; Schkolnik y G.Castro (no se si también debo incluir en la formación inicial la presencia del carioca como árbitro del encuentro).
Cuando ninguno de los conjuntos había logrado arrimar peligro al arco rival el Rasta tomó la pelota dentro del área y, con un movimiento que me hizo acordar al gol de Palermo en su emotivo regreso tras la rotura de ligamentos contra River por la copa, definió al ras del suelo ante la vista del arquero que hizo las veces de Bonano. ¿Uno arriba el Verde? ¡NO, mirá de vuelta la formación, locura! Al igual que Seligmann, el Tin no solo estaba jugando para El Ombú, sino que le marcaba al Verde, que a partir del gol se propuso empatar lo más rápido posible, aunque no siempre con total claridad y limpieza en sus jugadas. Alguna sorpresiva llegada de Rovegno por el segundo palo más un fuerte remate cruzado de Super Rata denotaban la verde ambición por la igualdad. Igualdad que no solo no iba a llegar, sino que la ventaja del Ombú casi se estira a dos cuando una contra muy bien aprovechada terminó con un desvío del arquero al córner. También un cabezazo del Tin intentó duplicar el resultado, pero esta vez las manos de Ciocca se quedaron con la pelota. En los últimos minutos del primer tiempo los verdes volvieron a dominar el balón, pero sería recién en el inicio del segundo tiempo cuando llegaría el empate. ¿Gracias a quién? ¡Al RASTA-GOL señores, sí! La llegada de un jugador del Ombú en el entretiempo le permitió al DREADlantero sacarse la de Telmo y ponerse la verde casaca para igualar el partido en dos ocasiones, porque tras un liviano intento de cambio de frente por parte de Espósito [personalmente sabés que igual te banco a muerte] la pelota quedó bajo control de un delantero rival y éste de manera magistral disparó por sobre el estático cuerpo del arquero poniendo el momentáneo 2-1 a favor del Ombú. Luego el RASTA-GOL conseguiría el segundo empate y el Verde se iría con todo a buscar la VICTORIA, pero de contrataque El Ombú llego al 3 a 2 antes que los mejicanos. Era la tercera vez que el equipo se encontraba debajo en el marcador y el calor hacía bajar cada vez más las energías; por eso Rovegno, Sáez y Schkolnik lo veían desde afuera sentados en un banco. El carioca y Demasi habían ingresado en la segunda etapa y eran ellos sobre quienes el Verde depositaba las esperanzas de dar vuelta la cosa. Sin embargo, fue gracias a Titov Castro que llegó el 3 a 3. Bati (¡NO "el Bati" eh!) recorrió varios metros con la pelota dominada, fantaseó con dos amagues de tiro al arco eliminando la marca rival y en la tercera no perdonó; le dio con alma y birra para que nada pudiera hacer Seligmann por evitar el empate.
Ambos equipos pujaban por cuartetear (verbo que alude a la acción de marcar el cuarto gol) en el resultado y el partido se hizo de ida y vuelta. Un gol del Verde fue anulado por una discutible posición ilegal (el eterno problema del fútbol amateur en cancha de once sin jueces de línea), lo cual calentó el ambiente. Mientras tanto, los veintidós protagonistas se debatían entre el famoso "gol gana" o dar por terminado en empate el doparti. La discusión siguió dándose con la pelota en juego hasta que el Tin aprovechó la confusión para encarar en ataque y habilitar a Demasi, quien solo tuvo que hacer honor a una vieja frase menottista; "el gol es un pase a la red".
El título ya lo da por entendido; igual que la última vez, el Verde superó al Ombú en la última jugada del partido (aquella vez con gol de M.Castro tras error del arquero).




Para destacar...
*Nuevamente la presencia de Nicopercu bancando los trapos fuera del terreno de juego.
*Las ganas del Tin por jugar para el Verde. A pesar de haber marcado jugando para El Ombú, en el entretiempo se la pasó chillando por pasar de bando y vaya si cumplió.. Dos goles en momentos decisivos del partido.

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