El fúlbo´ amater

Postulo que el (deporte) amateur es la representación sana y libre del (deporte) profesional. Que la profesionalización es, en general, el congelamiento de la creatividad, del abrirse camino; siendo el sendero cercado que nos permitirá acomodar esta actividad en la red de relaciones capitalistas, vender nuestra fuerza de trabajo como mercancía para ser contratado y participar en competencias deportivas detrás o bajo una institución o empresa. Aquí el flujo de relaciones del poder-hacer (LIBRE en el deporte), queda trastocado por la relación patrón-empleado del contrato establecido.
La exigencia por el resultado (propia de quien persigue la eficiencia de un emprendimiento en el cual ha invertido) en simetría con la sumisión de quien pende de un contrato y no quiere perder su trabajo concluyen en una relación deforme de poder y sometimiento, con gran trasfondo de intereses que muta -como decía- la disposición competitiva sana del deportista en competitiva violenta.

29 de mayo de 2008

Pensar en clave Verde

Me pasó que este otoño se me apareció más convencido que muchos tantos otros. Con la firmeza de quien sabe que vale la pena hacerse notar porque tiene algo para decir. Y quizá sea un poco por eso lo que me pasó el sábado; por oposición, que ciertamente es la única manera de definirse.
Porque tal vez lo que tiene el otoño para decir es que quien no quiere, no es. Porque veo todos los días las miles de hojas, que ya secas y a abatidas por el insistente roce del viento se dejan caer, de a una, abriendo distancias, casi sin oponer resistencia.

Se permiten no ser; y no son. Desparramadas por otras voluntades, no se sostienen siquiera unas a otras para no dejarse vencer. Son todas, son miles, sin identidad. Sin deseos y llenas de resignación, tiñen la ciudad de tonos marrones.
Y en ese contexto, un sábado de mayo, volvió el Verde. Con la innegable cuota de emoción que tiene lo bueno cuando vuelve. Con las ganas de ser que tiene lo que se reinventa todo el tiempo, asumiendo en cada regreso formas distintas para transmitir la misma esencia. Con la fuerza de tantos, que en la práctica son uno.

Para no olvidarnos que dar batalla tiene que ser un placer, para tener siempre presente que no nos interesan los que no están convencidos, los que no creen que la victoria está en nuestras manos (y, por qué no, en nuestros pies). Para todo eso, les propongo pensar este año y, ojalá muchos más, en clave Verde.
Mis más cambalechescas felicitaciones, y todos los momentos de felicidad que se merecen.


(Por el Budín)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

.

Buena onda, buda!

Buen otoño para ti y para aquellos que encuentran razones en los árboles y las hojas!

Bienvenido todo aquel que encuentre alegría en la esfera verde!
Bienvenido el puente que lo va y lo viene!

Brindo por más Cambalachitas!

vamo arriba nosotro!


ll.

Anónimo dijo...

la puta que vale la verde estar vivoo!

Anónimo dijo...

Hay algo con el tiempo.

El entendimiento, las ideas, basicamente gruesa parte de la vida humana, es empujada a amoldarse; a ser, en función. Acomodarnos en torno a una línea, a una serie de momentos anterior-sucesivo. Así, cada instante se diluye. Se convirte en mero antecedente de/para algo que vendrá, deja de estar, se abandona de sí.
Un juego, que no se obsesiona en lo que sucederá, en ansias de llegar a la red. Se vive, se divierte, se juega. Compartiendo la pelota, haciendo entre los once, que los excede, un momento donde disfrutar, encontrando. Llega así, recibimos, en conjunto, en armonía con lo que pasa, gritos en goles.
La victoria nos abraza, con una sonrisa en sus pestañas,
y lo hace, en clave verde.

El apoyo, el aguante, la fuerza, se siente, en compañía, en escrituras, en compartir. Venga más de el-bu. Venga más de todos. Crece.

Ni kla s