<h1>Confesiones de (un delantero en) invierno</h1>

Mañana fría, de esas que ya con el correr de estos 3 años nos acostumbramos a disfrutar en un rectángulo verde. Como siempre todos tirando para el mismo lado aunque por ese entonces los resultados (estrictamente deportivos) no eran los nuestros. Las ansias de gritar un gol, abrazarnos y festejar eran algo que se me hacía muy difícil de manejar. Más aun cuando la función que cumplo dentro de la cancha es esa, la de terminar lo que hacen mis amigos-compañeros.
Y de esa mañana, la verdad que no me acuerdo mucho; simplemente que Wele me la tiro larga y que por primera vez en el torneo tuve la chance de patear al arco. El remate dejo mucho que desear; fue mordido, feo y lento. Lo que vino después fue algo totalmente inexplicable. Ver correr a todos hasta el córner y tirarnos en el pasto a festejar ante la atónita mirada de los rivales que no entendían porque tanto jolgorio por el 1 a 0.
Ése fue mi primer gol en el Verde. Un Verde que me llena de orgullo cada vez que juega, y que tendría que llenárselo a cualquiera. Hoy por hoy es muy difícil encontrar un equipo de AMIGOS.


Ya en el 2008, con un equipo más maduro pero que nunca dejará de ser Verde, puedo festejar con todos ustedes haber llegado a los 20 goles. Y solo me queda agradecerles a todos los integrantes del equipo por la tranquilidad y comodidad que siento al jugar con ustedes. La confianza que depositan en mí, por más que muchas veces deje de lado las definiciones exquisitas o lujosas.
Un centro de Wele, un pase largo de Mato, que el Tin me la baje de cabeza, un centro atrás del Gaita, entre otras, son las causas de que hoy pueda sentirme orgulloso de decir que alcancé esta cantidad de gritos.


En lo personal estoy muy entusiasmado con este año, como también lo estuve con el anterior y con el primero. Cada vez veo a un grupo más horizontal y, como dije anteriormente, mucho más maduro en todos los aspectos; dentro y fuera de la cancha.
Ojalá que pueda seguir gritando goles, que son la terminación de algo construido colectivamente en que cada uno cumple una función importantísima, y que nosotros (los delanteros) somos los encargados de darle la puntada final.


En conclusión y para darle un cierre a esto, me gustaría decir que NO brindo por mis 20 goles en el Verde, ya que no me siento capaz de adjudicármelos, sino que brindo por los goles que son tan míos como de Nico, Olo, Guidin, Huevo, Maurito, Chori, Eño, Pato, Mato, Wele, Gonza, Iaro, Chuchito, Chumón, Feli, Emo, Lukitas, el Tin y el Gaita.


Arriba el Verde!

(por Alejandro Locomotora Demasi)